10 dic 2006

Lavagna, y medio ambiente

Lavagna ser candidato antes de navidad, mientras toda la oposicin juega a evitar la polarizacin

DyN


La mesa est servida. Salvo algn imponderable de ltimo momento, Roberto Lavagna anunciar formalmente su candidatura a Presidente de la Nacin antes de Navidad y con ese esperado lanzamiento pareceran completarse los lugares de la oposicin ms fuerte, con la mira puesta en octubre de 2007. Elisa Carri fue la primera en arrimar su silla y Compromiso para el Cambio ya le ha dicho a Mauricio Macri que lo ve peleando en lo ms alto y no en otra instancia.

Aunque los tironeos se hagan cada vez ms visibles entre ellos y ya quede poco margen para alianzas contra natura, igualmente todos en conjunto han comenzado a soar con una "Tormenta Perfecta", que haga confluir en un solo y explosivo momento, de aqu a las elecciones, las notorias dificultades que tiene el cuatro comensal, el presidente Nstor Kirchner, para encauzar ciertos temas de fondo frente a la opinin pblica, que se le presentan bajo la forma de pequeas tormentas diarias. El paro agropecuario y su correlato con la inflacin, el manejo del caso Uruguay, la inseguridad y la violencia, la relacin con Hugo Chvez y la necesidad imperiosa de inversiones son los temas que estn en el candelero, como muestrario de lo que ms le cuesta al Gobierno manejar por estos das. Fuentes opositoras, en privado y en voz baja, no tienen empacho en decir dramticamente en que apuestan a que esos "Vietnam" kirchneristas se multipliquen "por diez, por cien o por mil", de aqu en ms.

Esa casi mgica pretensin tiene que ver con una situacin irrepetible de confluencias, en la que el mar se encrespe de tal manera que la ola se trague todo, aunque no de modo traumtico para el pas, aclaran voceros de Macri, para que se frenen las apetencias del Gobierno. Para ellos, en ese momento crucial de la vuelta de campana, los votantes, sobre todo los de clase media/media alta abandonarn mayoritariamente su clara preferencia por la gestin del actual gobierno.

"El desgaste que les est produciendo a Kirchner esos traspis individuales llevar a una escalada de equivocaciones y de all al desbande hay un solo paso", describen allegados a Lavagna, casi como en una tctica ajedrecstica. Aunque DyN no lo pudo corroborar en fuentes del ARI, es evidente que tambin Carri machaca sobre los mismos temas. Su prdica es ms filosa y, aunque est algo ms desgastada por la recurrencia, es evidente que piensa igual que los otros sobre la necesidad de desbancar al kirchnerismo.

Qu busca cada uno de esos referentes de la oposicin? Mientras siguen trabajando juntos en mbitos legislativos contra determinados proyectos oficiales, como si fueran todos de un mismo palo, para mostrarse activos contra lo que consideran avances poco institucionales de la Casa Rosada, en materia eleccionaria apuestan a que la opinin pblica no se polarice entre el candidato oficial y uno de ellos solamente. Desde ya que es lo contrario que piensa el Gobierno, que supone que ganar fcilmente en el primer turno, con los dems araando migajas de votos y deglutidos el uno por el otro. Este mismo argumento esgrimen tambin algunos otros opositores que se van quedando en minora en sus agrupaciones y que piensan sinceramente que, si no hay unin previa, no habr chances de pelear. Su gran lastre interno pasa por explicar por qu una convergencia de ese tipo no sera un rejunte de antis que lleve a rememorar a la Alianza o, an ms lejos en el tiempo, a la Unin Democrtica. Lo que parece palpable es que, a hoy, la tctica en comn y mayoritaria del espectro opositor parece ser sta que apunta a lograr, de ahora en ms, que los votos de todos provengan de aquellos que deje escapar el Gobierno. La idea general es que los Kirchner -sea quien fuere el candidato- caigan muy por debajo del 40 por ciento, sin que haya ms de 10 puntos de diferencia con el segundo, para que eso les otorgue chances matemticas de pelear, al que le toque, por la oportunidad de llegar a la segunda vuelta. Parece prematuro todava, pensar en eventuales apoyos para esa eventualidad.

Segn algunos protagonistas, esta lnea de avance del desgaste permanente de aqu a octubre, que el Gobierno se empea en abonar con algunos tropiezos propios de su mecnica personalista y coyuntural y de su falta notoria de equipos de trabajo dedicados a la estrategia y al mediano plazo, casi ha surgido de modo espontneo en todos los sectores de la oposicin.

Pero, al respecto, tampoco habra que dejar de considerar que en poltica es muy difcil que las cosas se den de esta manera, sobre todo porque entre bambalinas hay dos hbiles tejedores: Ral Alfonsn y Eduardo Duhalde, una especulacin que no debera desecharse. A toda esta movida subterrnea se refiere sin dudas el Gobierno cuando dice que el paro agropecuario es "poltico".

Lo ms concreto es que, hasta ahora, en el espectro para las prximas elecciones ya estn definidos esos cuatro grandes bloques y cada uno est dispuesto a jugar su rol. Un centro, con dos propuestas casi similares en lo econmico, aunque con herramientas de manejo sustancialmente diferentes. All ya estn peleando desde hace un tiempo el lavagnismo, junto a sus socios radicales del tronco alfonsinista, ms el oficialismo de Gerardo Morales y los peronistas del Grupo El General, con el Gobierno. Ambos son, hasta el momento, sus ocupantes ms ntidos y, hasta ahora, la preocupacin ms notoria de ambos contendientes parece haber sido nicamente mostrarse el uno a la izquierda del otro. Es en ese espacio donde el Gobierno dice deshojar la margarita entre el pingino y la pingina y donde, si la dinmica de la poltica se lo permite, se ha dado hasta marzo para mostrar sus cartas. Hasta ahora, Lavagna se ha mostrado menos permeable para correrse algo a la derecha, mientras que el Gobierno ha desgranado algunas sutiles muestras de mayor pragmatismo, sobre todo con su viraje discursivo en materia de garantismo judicial.

El resto del abanico se ve mucho ms claro: a la derecha estar Macri, con algunos resabios del aparato duhaldista, ms Ricardo Lpez Murphy, probablemente el gobernador de Neuqun, Jorge Sobisch y probablemente tambin el menemismo residual y a la izquierda, Carri con los socialistas y las expresiones ms progresistas de la UCR.

Ent
re las debilidades que hoy se tratan de explotar, no es casual que todos los referentes opositores se hayan definido sobre la necesidad de un acercamiento rpido y profundo entre los presidentes Kirchner y Tabar Vzquez. Tienen en su poder encuestas que reflejan que la opinin del segmento medio no afectado directamente por la situacin est tan claramente en contra de la postura gubernamental en el manejo de la crisis con el Uruguay, incluida la tolerancia con los cortes de puentes, que no dudan en apoyar mayoritariamente, como propia, la posicin del pas vecino.

En este tema y en ese nivel socio-econmico, una cadena de mail que firma un profesor de qumica que dice llamarse Mario Fliz y haber estudiado el tema de la elaboracin de pasta celulsica ha calado hondo, porque describe una serie de situaciones que, para los que no viven en Gualeguaych, no se comprenden.

Ms all de sus consideraciones negativas hacia una supuesta contaminacin del ro Uruguay, de las denuncias de actitudes de hostigamiento de los asamblestas hacia quienes no piensan como ellos, del uso ideolgico de sus posturas, an utilizando a los alumnos de las escuelas, y de crticas muy fuertes hacia el gobierno nacional, con una osada comparacin entre el presidente Kirchner y Leopoldo Galtieri, el mail en cuestin seala lo siguiente:

a) La ciudad de Gualeguaych no queda sobre el ro Uruguay, como parecen todos creer, sino a la vera del ro del mismo nombre, dos kilmetros adentro de la costa. b) Los efluentes lquidos del Parque Industrial de la ciudad, cloacales e industriales, son depurados por agitacin aerbica y luego vertidos a una caada por la cul siguen su derrotero hasta el arroyo Gualeyn, que desemboca en el ro Gualeguaych, apenas al norte de la toma de agua del pueblo y de los balnearios existentes en sus playas.

c) Hasta que se puso en marcha, en mayo de 2005, la planta de tratamiento de efluentes cloacales, los mismos fueron vertidos sin tratamiento alguno al Gualeguaych, cuyas aguas van a dar al Uruguay. d) El ro ha llevado durante todos esos aos su contenido hasta el mismsimo balneario andubaysal, que maneja el empresario Carlos Snchez lzaga, sindicado como promotor de los primeros cortes y hombre muy allegado al gobernador Jorge Busti.

e) Se sospecha que dos empresas del Parque Industrial contaminan con bactericidas y plomo la superficie y las napas subterrneas de la ciudad. f) Es imposible ver la chimenea de Botnia desde la ciudad, como en la Capital Federal es imposible ver la torre del Parque de la Ciudad, ubicada en Villa Lugano, desde Belgrano.

g) No habr contaminacin visual. Segn Fliz, la distancia que separa la costa argentina de la fbrica "es de 13,1 kilmetros y, con tal separacin, parte de la temida chimenea de 115 metros ser absorbida por la curvatura terrestre y la imagen de los edificios, ubicados a 131 cuadras, apenas se observar desde la playa", dice.

El Gobierno no parece haber tomado nota tampoco de estos detalles, que la funcionaria Romina Picolotti debera conocer. Tampoco ella parece querer escuchar a otros, quienes se preocupan por situaciones similares que se dan muy cerca de la Plaza de Mayo. Los vecinos del Tigre, le han llevado su preocupacin por el abandono y deterioro de la cuenca del Reconquista a las puertas de su oficina, se han acostado sobre la entrada para llamar la atencin y no han logrado conmover siquiera a la ex ambientalista, parapetada en la excusa de las jurisdicciones. Como esa gente tambin vota, Lavagna. Carri y Macri comienzan a restregarse las manos.

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