27 mar 2006

24 de marzo


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Y llegó el 24 de marzo, y pasará también

1976-1983


Fecha que debe servir para aproximarse en el tiempo a una circunstancia difícil y muy dolorosa.
Intentar verla con ánimo de apreciar lo que puede servir como enseñanza, para no repetir errores que nos harían insistir en un choque feroz.
Para que lleguemos al 24 primero está el 23, y el 22 y…
Por supuesto que para esto, hay que remontarse a nuestra historia, a veces cara y a veces barata, pero es nuestra historia.
En este escenario hay personajes, unos con mayúsculas, otros que mejor sería que no nos debiéramos ocupar de ellos.

La cruz de “ser argentino”

Ante ayer estatistas a ultranza, ayer privatistas regaladores del patrimonio nacional, hoy de nuevo en la vía – privatizada – rumbo a ser de nuevo estatistas.
Ayer, dirimiendo diferencias ideológicas, políticas, en pos de negocios y poder, a través del lenguaje siniestro de las armas, del secuestro, y de cuanta forma de violencia es capaz de engendrar un ser humano, incluso, por medio de tribunales populares e impopulares según la óptica de quién lo cuente. Pero, dejando abiertas las amplias puertas del infierno para los sucesores de los que padecieron.
Porque es cíclico. Los abusos de un polo tienden a buscar equilibrio en el otro extremo, para que paulatinamente la balanza vuelva a su justo medio.

No aprendemos, ni nos interesa. Creemos que el mundo nos envidia, que rumian su desesperación por lo que en abundancia tenemos – y no sabemos aprovechar – medido con lo que a ellos les falta.
El planeta nos vio pasar como refugiados y con plata, nos vio cuando dijimos que suspendíamos los pagos de la deuda legítima e ilegitima. Escuchó de nosotros cuando tuvimos 4 o 5 presidentes en una semana, nos recuerda también porque no les pagamos a algunos, a otros se les hizo una quita, y a quién prácticamente nos obligó a endeudarnos, se les pagó sin quitas, todo, y antes de que venciera.

No somos ni los mejores ni los peores. Pero que nos destacamos por ser unos vivos bárbaros, nadie lo duda. Somos muy inteligentes, muchos cerebros educados aquí con los aportes hasta de quienes ni siquiera saben hablar, hoy son estrellas en otros países.
Acá se mueren los chicos por desnutrición y enfermedades que atendidas a tiempo no tendrían ese final.
Pero, nuestra economía crece a niveles que nos envidian los chinos, el superávit es cosa de locos pero hay que salir a la plaza a vender letras u obligaciones del estado, para que…. ¿?

Actos por las desapariciones forzadas, por los actos de una atrocidad que solo una enfermedad aterradora podría incubar en un ser humano, sin embargo, ocurrieron y en escala continental. También guerras chicas, grandes, locales y mundiales que llenan de madres, viudas, hermanas, novias dolientes por la pérdida de sus seres queridos en actos irreparables como solo pueden ser las guerras.
A estas mujeres y hombres sobrevivientes, les queda la memoria para aprender a no repetir errores.

El golpe del 76 y los anteriores responden a circunstancias propias de un contexto particular y preciso en la vida de nuestro país. Muchas veces el apuro por corregir situaciones que aparentan ser terminales, busca el atajo de la bomba.
El remedio siempre es peor que la enfermedad
Pero el hombre cree que todo lo sabe y lo puede, ignora en su absurda pequeñez que solo es una brizna en un cosmos donde él y su entorno ni siquiera es algo mensurable.
Pero no aprende: “Yo soy el mas grande y capaz, soy el depositario de la verdad y la justicia, el estado soy yo, cinco por uno, a la marina la corro con los bomberos… y siguen las frases celebres mientras gira la siniestra calesita.

El 76 es la súper gota, pero la copa se está llenando desde hace mucho, los que contribuyeron fueron varios y no hay sector que no haya contribuido, aquí no hay solamente desaparecidos, hay héroes y cobardes – hombres y más mujeres – ladrones y estafados, hay curas, colchoneros, maestros y ministros, payasos y delatores, un muestrario amplio y generoso de todas las variantes posibles de este frankestein hipócrita y charlatán, del discurso florido pero hueco, pero con la respuesta pronta que no resuelve nada. Esta suma horrorosa de actitudes y hechos de una justicia lenta y del existir sobre frases hechas, nos lleva a confundir todo y a llora y reír al mismo tiempo.

En otras partes debe haber mejores y peores, yo hablo de acá; yo miro a mis vecinos, al cura de la iglesia que hoy (24 de marzo) ni se acordó de los desaparecidos, ni de la democracia reconquistada – igual que el presidente de la república - miro la venta de pasajes y que no haya quedado una morcilla en ninguna estantería de la carne que no baja. Todo suma, todo resta.

Ni soy ni pretendo ser filósofo, hablo por mis años, no por diablo, sino por viejo.
Al 76 lo esperaba la mayoría silenciosa y no tanto, que en alguna medida pensaba que ya no era sostenible que el país fuera dirigido por un mucamo que tiraba las cartas y gente, unas sobre la mesa, las otras al río o a los callejones.

Malvinas

Sin salir del tema originario, sino para ambientar este asunto, seguimos con elementos de atención. No se ha sido muy explicito en decir y exponer como se sobrevivía antes del golpe; los muertos, los secuestros y las bombas. Lo mas penoso fue que el proceso militar para terminar con la inseguridad, utilizó los mismos medios – muertos, secuestros y bombas – amén del agravante que por hacerse desde el Estado, no había freno ni limite.

Las denuncias en foros internacionales – Carter presidente en EU – provocaron el cese de la ayuda en pertrechos militares, como primer paso en la escalada de presión sobre el
Gobierno Argentino.

Aquí es donde aparece el tema Malvinas; desde el ataque y toma de las mismas sin verter una gota de sangre, hasta el desolador cuadro de penurias y bajezas ocurridas en batalla y las donaciones con destino incierto, aunque no tanto, empezó a tratarse el retorno a la democracia.


Mientras la fuerza aérea volaba esquivando las olas para no ser detectada, ya se estaba negociando entre Francia, EU. e Inglaterra, que no se abasteciera de misiles Exocet a la Argentina porque “ los endiablados pilotos argentinos” estaban provocando daños materiales, y en la moral de las tropas inglesas más las fuerzas alquiladas, de increíble magnitud.

Francia decía que ya estaban vendidos, que se embarcaban más por vía aérea, y no podían dar marcha atrás porque se resentiría conceptualmente el hecho de que ellos siempre cumplían sus compromisos. (A los franceses no les iban a hacer devolver la platita, o dejar de juntarla, ni en el más espantoso delirium tremens) Pero, tampoco podían desoír las sugerencias de EU, que estaban represionados por la dama de fierro inglesa doña Tatcher. Entonces surgió la solución: Francia, para no perder conceptualmente ni favorecer a un bando en pugna, entregaba a los norteamericanos los códigos invalidantes de los que portaban los misiles, y como consecuencia de ello, estallaban antes o no se armaban. De allí la cantidad de blancos perdidos por los pilotos argentinos. Por supuesto que Francia pidió que esos códigos no fueran entregados a Inglaterra, cosa que sí, se hizo de inmediato. Hubo un desquite, lamentando las vidas perdidas, los ingleses la tuvieron a doña Tatcher 8 años más y sobrevivieron, todavía no se sabe como. En cambio para nosotros, se aceleraron los tiempos para volver a la legalidad constitucional en democracia, aunque por algunas actitudes y hechos tampoco parece que sabemos para que.

El pueblo argentino apoyó sin reservas la ocupación de nuestras islas, fue a la Plaza de Mayo espontáneamente y cuando lo llamaron fue, y los desconcentraron con palos y gases.

Sigue pendiente el hecho de haber ocultado a los soldados a su regreso, y el trato inmisericorde a posteriori, más la seguidilla de discursos.

En Buenos Aires, mientras el conflicto se llevaba la mejor sangre nacional, seguía el baile, el fútbol y las carreras.

Decía, la cruz de ser argentino. Porque hemos permitido que un ser verdaderamente grande, como Favaloro, se pegue un tiro. Porque a su fundación no la ayudaron ni creyeron en él. Después, siempre después, le querían hacer monumentos en todas las plazas de la republica.

El divertimento nacional sigue con proceso militar y en democracia, con la violencia ejercida sobre una parte de la población cada vez más pobre, que debe pagar el pan y la leche al mismo precio que paga el más rico, muchas veces jubilado de privilegio con meses de antigüedad., mientras que los que verdaderamente trabajaron y aportaron, hoy les tiran limosnas.

La depredación que pasó y pasa antes nuestros ojos, con muchos culpables sueltos, algunos por robarse chicos, otros por usar la justicia para quedarse con tierras o legitimar bienes mal habidos, o, por prescripción de las causas ,son la causante de esta sensación de desamparo que flota en la sociedad, en algunos más, en otros menos.

El consumismo, la globalización, el gobierno único, el nuevo orden mundial, la lucha por los recursos naturales, la violencia de vastos sectores para poder alimentarse; los niños vendidos comprados, mal dados en custodia legal, usados para trabajar, para mendigar, para prostituirse muchas veces empujados por la propia familia, están creando un caldo de cultivo que en su momento será explosivo y sin retorno. Nadie puede desear esto, pero parece que se trabaja para ello.

A una parte de la sociedad no se le puede enseñar desde el Estado, que para conseguir dinero, solo debe hacer una larga fila ante la puerta de un banco. Institución esta que está siempre gorda y nunca investigada “a fondo” y con grandes culpas ocultas y delitos aparentemente “invisibles”.
Desde el Estado debe enseñarse con sólidas bases, para que los nuevos conocimientos sean cimientos y no mentiras. No se puede ordenar que no haya aplazos porque baja el promedio del nivel, apto para subsidios en unos casos, y en otros, desciende el nivel de los institutos educativos públicos y privados. Aclaro, en busca del sentido más perdido de nuestro País – nota usted que en general se dice “este país” – como es el sentido común, es que me permito humildemente estas reflexiones.

Aguante que ya termina; si un chico muerto de hambre asalta con un cuchillo roto y herrumbrado, y le quita a una señora una moneda de un peso, no puede ni debe ir 5 años preso. Tampoco se le debe dar un premio, ni olvidarse del mal rato de la señora.

Que haría un juez si le tocara juzgar a un presidente de banco que permitió sacar dinero del corralito, y que en la ruta formaban una fila de blindados – no tanques –junto a los camiones de otros colegas rumbo a aeropuertos para llevarse esos dólares que se devaluarían poco después ¿?

Porqué una administración – presidente ministros etc. – es no punible si se equivoca ante una circunstancia económica pese a que su disposición afecta a generaciones ¿? Porque no hay muertos¿? Solamente debe haber muertos para que se atienda debidamente una situación¿? Mala vía.

Ni en el acto final de recordación de los desaparecidos, hubo consenso. Sí, discrepancias y empujones.

El ejercicio de la memoria es bueno para no repetir errores. Vivir el pasado como si fuera el presente y el futuro, es suicida.

También hay que aprender a votar para preservar esta democracia, que hoy parece ser una bandera para cubrir hechos deplorables por los niveles de corrupción que cobija.

Por supuesto que hay estamentos en la sociedad que trabajan como bueyes, que estiran los pesos como si fueran goma de mascar, hay maestros que son verdaderos patriotas que les duele nuestro país, y ciudadanas que deberían estar en el ministerio de economía por como hacen posible, casi en la miseria, crear comedores para niños sin ninguna asistencia.

Quería decir estas cosas, no cambiará la realidad, pero uno que lo comprenda, es suficiente.

23 mar 2006

El miedo al disenso


INFORME DE LA S.I.P. SOBRE EL KIRCHNERISMO

Los ataques directos y subrepticios al periodismo independiente, las agresiones verbales y el desprecio hacia la actividad profesional, no han cesado en los últimos cinco meses en nuestro país.
En estos embates preocupantes en un estado de derecho, el diario La Nación, como antes lo fue su subdirector, ahora alejado del cargo el Dr. Claudio Escribano, fue nuevamente centro de la confrontación a la que recurre sistemáticamente el presidente Néstor Kirchner para descalificar a los medios independientes, por el solo hecho de mantener una información amplia, completa y objetiva sobre temas de interés general.
La institucionalidad de la República se ve seriamente amenazada por el creciente poder presidencial, y la obcecada intención de imponer siempre su voluntad en todos los sectores del estado, vulnerando incluso la división de poderes . "Inaceptable" fue la respuesta que recibió José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la organización Human Rights Watch, al sumarse a las críticas contra el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura, que finalmente fue aprobado afectando la independencia y equilibrio de los integrantes políticos y profesionales del cuerpo que tiene a su cargo la designación y remoción de los jueces.
Estos problemas afectan y preocupan en particular a la prensa libre, cuyo ejercicio sigue sometido a una lenta recuperación de su independencia económica, con el agravante de estar sometida a la descalificación y agravios del Presidente junto con la discriminación en la distribución de la publicidad oficial. No se ha implementado una legislación que garantice procedimientos justos y transparentes y aseguren la imparcialidad en el uso de los fondos públicos destinados a la difusión de los actos de gobierno, reclamados permanentemente por las entidades periodísticas argentinas.
Un informe reciente elaborado por las entidades Iniciativa Pro Justicia (Open Society Justice Iniciative) y la Asociación de Derechos Civiles (ADC) aborda los problemas que pueden comprometer a la libertad de expresión en nuestro continente, como lo es la caprichosa distribución selectiva de los avisos oficiales entre los medios de comunicación. Este análisis, publicado en el libro Censura Sutil, describe las formas indirectas de presión que afectan el desenvolvimiento editorial de los medios de prensa.
Pero no siempre el censor gubernamental es encubierto. También actúa abiertamente levantando un programa de radio, conducido por el periodista José Eliaschev hasta diciembre último por la emisora estatal Radio Nacional, y en cual criticaba algunos actos de gobierno.
Esta posición del gobierno nacional repercute en otros ámbitos gubernamentales consecuentes con el poder central, tal el proyecto del gobernador de Tucumán, José Alperovich, que promueve un peligroso "derecho de réplica", para ser incorporado en la modificación de la Constitución provincial. La Asociación de Diarios del Interior de la República Argentina (ADIRA), expresó su preocupación por los renovados intentos de interferir en el pleno ejercicio de la libertad de prensa.
Pretender la cesión de espacios obligatorios en diario radios y TV y demás publicaciones por supuestas críticas a funcionarios o particulares pone a los editores en la disyuntiva de correr el riesgo de opinar o difundir "agravios", como lo califica el gobierno tucumano, o compartir páginas y minutos con la perorata oficial.
Por otra parte, las trabas gubernamentales al proyecto legislativo de Acceso a la Información Pública, finalmente congelado por presiones de alto nivel, parecen confirmar este quiebre en las relaciones entre el poder y la sociedad.
También el Poder Judicial pretendió una censura previa cuando la fiscal interina de Instrucción Nº 38 solicitó al director de la revista Veintitrés, informes y precisiones acerca de la redacción de una nota, que todavía no se había publicado.
Otro incidente preocupante afectó al escritor y periodista argentino José Ignacio García Hamilton, cuando se le prohibió el ingreso a Cuba el 18 de febrero del corriente año. La Cancillería argentina pidió explicaciones y embajador en La Habana se interesó en el problema. No se conoce todavía la contestación de la Cancillería cubana, pero en oportunidad de una visita posterior a Cuba del gobernador de la provincia de Santa Fe, Jorge Obeid, declaró a la agencia oficial argentina Télam que el gobierno cubano procedió correctamente al no permitir la entrada a la isla del Dr. García Hamilton por ser un opositor a Fidel Castro y haber escrito el prólogo de un libro de un disidente.
En esta dificultosa actividad profesional, periodistas del diario dominical Perfil, fueron increpados y amenazados por personal apostado frente al domicilio que el presidente de la Nación posee en Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, para que se alejen del lugar. Desde varios autos, personas identificadas por la policía local y que se desempeñarían en medios periodísticos locales, trataron de arrebatarles a los enviados el equipo fotográfico. Los periodistas de editorial Perfil efectuaron la denuncia policial, que fue derivada al Juzgado de Instrucción Nº 1 a cargo del juez Santiago Losada, por agresión e impedir por la vía del hecho la actividad de los profesionales de prensa en el ejercicio del derecho constitucional de informar.
La revista Noticias, también de Editorial Perfil, fue blanco de los dardos presidenciales que la calificó como enemiga del gobierno. Según una nota publicada por el periodista Joaquín Morales Solá en el diario La Nación, el presidente Kirchner expresó: "No tengo nada personal contra nadie, ni siquiera contra los periodistas más críticos" y subrayó "que a veces sólo me divierto". "Sí, tengo una cuestión personal contra un periodista porque siento que calumnia" . Mencionó al destinatario, pero Noticias aceptó que el periodista que nombró el Presidente era su fundador, Jorge Fontevecchia.
Otros tres periodistas fueron heridos a pedradas y perdieron sus equipos fotográficos y de filmación, mientras cubrían un operativo antidroga en el barrio porteño de Mataderos. Los afectados pertenecen a la agencia oficial Télam, a diario Clarín y a Canal 9 de la Capital Federal.
Por su parte Germán Pomar, del diario Norte de Resistencia, Chaco, fue herido cuando efectuaba la cobertura periodística de un desalojo en Pueblo Vilelas, en esa provincia argentina.
No sólo los medios o empresas periodísticas sobrellevan dificultades con la libertad de informar sino también hasta los simples ciudadanos. La señora Cecilia Pando de Mercado, autora de una carta del lector publicada en el diario La Nación el año pasado en la que criticaba la decisión del gobierno de separar de sus funciones a un obispo con sede en las Fuerzas Armadas, padeció una censura a la libertad de expresión, y una clara demostración de las presiones para silenciarla o castigarla por el solo hecho de criticar al gobierno. Su esposo, militar de carrera y con una foja de servicios brillante fue pasado a disponibilidad por ser co-responsable de los dichos de su esposa. Durante un acto que se llevó a cabo en la sede presidencial el 8 de marzo, y cuando el presidente Néstor Kirchner, se refería al papel de la mujer en su día, expresó "que hoy la mujer argentina está muy preparada, es muy inteligente y tiene un pensamiento absolutamente independiente y dicen lo que piensan". La autora de aquella carta interrumpió al Presidente y le dijo: "Señor Presidente, yo no puedo decir lo mismo porque mi marido se quedó sin trabajo por algo que yo dije".
El gobierno de Argentina ha aceptado participar en el canal oficial Telesur, empresa propagandística del presidente venezolano Hugo Chávez, mientras que Uruguay solicitó que no se le mencione como socio hasta que la iniciativa sea aprobada por el parlamento, al que al Poder Ejecutivo de ese país envió el 10 de marzo el proyecto respectivo.

SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PRENSA
Informe ante la Reunión de Medio Año. Quito, Ecuador
17 al 20 de marzo del 2006

11 mar 2006

El mal está aquí y ahora


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Himmler y nosotros

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Por Osvaldo Bayer
Treinta años de lo incomprensible. La dictadura militar de la desaparición de personas. Ya ha empezado la discusión que nunca terminará: ¿cómo fue posible tanta crueldad? Cómo fue posible que mentes humanas en un país cristiano, católico por añadidura, puedan haber concebido tanta perversidad. Sí, tal vez la palabra definitoria sería perversidad, más, sevicia. O no, más que eso. ¿No alcanzan las palabras? El prisionero rebajado a insecto, y desde ese momento la inquisición, el vía crucis de la desaparición. Para siempre. Hasta desfigurarlo en sus niños a quien se los arrojaba a manos extrañas, tal vez manos de verdugos. Lo hizo un régimen de uniformados y de sus no uniformados siempre solícitos.

La búsqueda del porqué tanta perversión la viví en Alemania cuando en 1952 llegué allí para estudiar. Era la época cuando la nueva generación, los jóvenes, comenzaban a preguntarse por qué sus padres habían cometido, o apoyado por lo menos, los horribles crímenes nazis. Los pocos viejos que habían regresado de la guerra, callaban. Las mujeres se dedicaban a la reconstrucción. La discusión sigue hoy todavía. Lo que nunca habían pensado los culpables del genocidio es que gran parte de sus propios hijos y sus nietos se iban a avergonzar de ellos. E iban a llevar toda su vida como maldición el ser hijos o nietos o siquiera familiares de los que ejercieron el poder omnímodo de las cámaras de gas.

Un libro que acaba de salir en Alemania trata de aclarar el porqué del drama, el porqué hijos obedientes, cristianos, bien educados, se transformaron en feroces asesinos que eliminaron pueblos como si hubieran usado un insecticida para acabar con las cucarachas. Se trata del libro Los hermanos Himmler y su autora es Katrin Himmler, sobrina nieta del más grande asesino de seres humanos de toda la historia de la humanidad: Heinrich Himmler, ministro del Interior de Hitler y jefe de las SS.

Todo el interés de Katrin Himmler en estudiar su familia comenzó cuando en el colegio primario, en una clase, un compañero le preguntó en voz alta: ¿Eres tú parienta de Heinrich Himmler? Y ella contestó correctamente: “Sí, soy su sobrina nieta”. Se produjo un silencio helado. Todos la miraron con espanto. La maestra no movió un músculo. Era como tener ahí el fantasma vivo de la muerte.

Desde ese momento Katrin comenzó la búsqueda de la verdad: documentos, testimonios, las explicaciones familiares. Llegó a la comprobación que llevaba la sangre del peor criminal de toda la historia. Los decretos, las órdenes, las cámaras de gases, los campos de concentración, la “limpieza” de Polonia, Rusia, Rumania. Yugoslavia... para qué más. El racismo más indignante: el desprecio por el ser humano. Ancianos, mujeres, niños, hombres marchando en fila a las cámaras de gases. Katrin Himmler se sintió culpable de llevar esa sangre y cuando llegó a la madurez se encontró con un joven judío y tuvo un hijo con él. Era la respuesta a su familia que había sido capaz de engendrar a Heinrich Himmler. Y ahora, una mujer de esa propia familia les demostraba que ella repudiaba a ese ser maligno. Un hijo, que llevaba la sangre del peor criminal y de sus propias víctimas. Fantasías de la historia. Fantasías del ser humano. Claro, Katrin Himmler, la joven madre, no se preguntó qué hará ese niño cuando sea grande: tengo la sangre del gran asesino y del pueblo que fue su víctima. ¿Es una tragedia? Es una enseñanza.

Tema para psicoanalistas, para historiadores, para sociólogos, para antropólogos. Para teólogos. Para todos. Dios, en su infinita bondad, sería la interpretación, tal vez, del papa Ratzinger. Claro, donde cabe la pregunta: ¿bondad en crear a Himmler, a los Himmler. A los Videla, Massera, a los Astiz..? O en permitir al hombre que cavile acerca de la magnitud a que puede llevar el Mal. Himmler, en el país de Kant, el de la Etica.La familia Himmler: monárquica, fiel al Kaiser, católica, que enseñó a sus tres hijos varones obediencia al padre, a la madre, al Kaiser. Orgullosos de su patria, patriotas, como se decía. De niños, jugar con soldaditos de plomo y marchar en el colegio con paso militar. Himmler, el segundo de los tres hijos varones no tendrá la suficiente edad para ser llamado a la Primera Guerra Mundial. Sí, su hermano mayor. Y en vez de aprender de esa masacre que costó la vida de millones de jóvenes, algo más irracional que cualquier otra cosa en la historia del hombre, entre países cristianos, no, se prepararon desde la derrota hacia la revancha. Veinte años después.

Alemania había sido traicionada por los judíos y los comunistas, fue la teoría de la derecha, que en la derrota buscó explicaciones ante tanta insensatez suicida y con Hitler iba a caer en el absurdo desatino de más violencia. La violencia dignifica. La lucha contra la otra Alemania, la que buscaba el socialismo a través de la revolución, o a través de la libertad, como en la República de los Consejos Obreros, Campesinos y de Soldados que intentó la igualdad y la paz en Munich en la posguerra y fue despiadadamente eliminada por los uniformados vencidos en la guerra y que, ahora sí, asesinaban a los que no querían combatir con las armas sino con las ideas. En esos “cuerpos libres” uniformados intervino ya el joven Heinrich Himmler. Serán los mismos que asesinarán a la mensajera de la paz y el derecho de todos: Rosa Luxenburg. Todo un símbolo: le destrozaron su cabeza llena de sueños e ideas, de un culatazo de máuser.

El libro de Katrin Himmler trae párrafos del diario que llevó siempre Heinrich Himmler. En el mismo puede leerse cómo él se exhortaba a sí mismo a mantener con toda severidad los diez mandamientos católicos. Interesante para estudiosos del ser humano es la frase de Himmler en su diario donde rechaza categóricamente toda relación sexual antes del matrimonio, pero al mismo tiempo se interesaba de toda obra que tratara el tema sexual. Lo que más le gustaba era practicar el tiro al blanco y usar uniformes. Lo escribe él mismo.

Ya en las filas de Hitler, Himmler siguió concurriendo a misa con su familia, pero poco a poco su fe se iba trasladando al estudio del espiritismo y del ocultismo. Será el momento en que escriba en su diario: “Hitler es realmente un gran hombre y, ante todo, legítimo y puro. Sus discursos son muestras magníficas de germanismo y del ser ario”.

Luego, la autora demostrará prueba a prueba toda la culpabilidad de su poderoso pariente desde el momento en que el nazismo llegue al poder. Heinrich Himmler se casará y tendrá una hija. Al mismo tiempo tendrá como amante a su secretaria con la cual tendrá dos hijos. Un varón, minusválido, y una niña que después de la guerra será médica. Al perder la guerra, Himmler se suicidará en el momento de ser tomado prisionero por los ingleses. Su hermano menor morirá en la batalla de Berlín y el hermano mayor pasará tres años de prisión al fin de la contienda.

Todos los crímenes de Heinrich Himmler quedan demostrados en el libro de su sobrina nieta. Se puede decir que ella estudió para tratar de descubrir por qué su pariente cometió esos bestiales crímenes masivos. Ella se recibió de científica social y luego estudió historia, e hizo cursos sobre racismo e interculturalidad. Vive con su hijo en Berlín.

Pero claro, el tema no termina allí. Ella agregó un ensayo sobre la culpa colectiva del pueblo. Y allí viene la discusión.

Una discusión que debemos iniciar –o continuar– los argentinos. ¿Cómo fue posible la aplicación del sistema de la desaparición de personas por nuestros militares? ¿Tuvimos criminales del tamaño de Heinrich Himmler? Sí, un Camps, por ejemplo, si bien menor en la cantidad de víctimas pero la misma ferocidad. Basta analizar la Noche de los Lápices. Torturar, vejar hasta el paroxismo a adolescentes, y finalmente quitarles la vida. Camps. ¿Cómo fue posible esa bestia, quién lo formó, en dónde se educó, qué le enseñaron en su vida militar? ¿Quiénes fueron sus maestros? ¿Cómo llegó a general, por qué lo ascendieron, quién lo promovió, quién le dio poder? Pero no nos quedemos ahí. ¿Por qué jamás se juzgó y ni siquiera se acusó a los miembros del gobierno legal que permitió las Tres A? Sí, se juzgó a López Rega pero nada se hizo contra los miembros de ese gobierno que se taparon los oídos y los ojos ante los infames crímenes en la calle. Matar así. Políticos que facilitaron el camino a la máxima infamia.

Con su silencio, o con su beneplácito.

En la Argentina se ha iniciado el juicio a militares culpables de ordenar el cobarde latrocinio. En Alemania fueron condenados a muerte los grandes culpables, pero también médicos autores de crímenes en los campos de concentración y civiles, que desde el escritorio dieron la orden de abrir el gas. En la Argentina, en cambio, los civiles cómplices no fueron ni citados por la Justicia. Un Martínez de Hoz sigue gozando de todos sus privilegios y títulos. Como si nada hubiera pasado. Camilión no sólo fue ministro de la dictadura sino después, sin ningún empacho, de la democracia. Los grandes impulsores de la dictadura desde la televisión, las radios y los diarios siguen apareciendo en pantalla diciendo sus verdades con la misma empatía del ’76. La sociedad se calla la boca. No hubo autocrítica de los partidos políticos.

Toda esta puesta en escena argentina me hace recordar las palabras de Hanna Arendt en el juicio a Eichmann: “Lo inquietante en la persona de Eichmann fue justamente que él era como muchos y que esos muchos no eran perversos ni sádicos sino terriblemente normales. Normales que dan miedo”. Treinta años. Ojalá los nietos de nuestros verdugos nos ayuden a interpretar por qué fue posible la muerte argentina

Siglo XXI super cambalache


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Siglo XXI super..cambalache A. Latina: 1,3 millones de esclavos Indios del Amazonas Desde enero de 2003, Brasil ha liberado a casi 13.000 personas del trabajo forzoso. En América Latina, 1.3 millones de personas viven en condiciones de esclavitud, afirmaron especialistas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Eduardo Bedoya, consultor de la OIT, dijo en Brasil -durante una conferencia auspiciada por Naciones Unidas- que el problema del trabajo forzoso es peor en las zonas rurales de los andes. Un gran número de indígenas, señaló Bedoya, son forzados a trabajar en la industria maderera en Perú, o como cortadores de caña en Bolivia, y en grandes ranchos de Paraguay. Los indígenas bolivianos, dijo el experto, son obligados a trabajar en haciendas de caña de azúcar en jornadas de hasta 12 horas diarias y sujetos a castigos físicos si fallan en su labor. Liberados Durante el mismo evento, se dio a conocer que en Brasil, desde enero de 2003, fueron liberadas casi 13.000 personas que se hallaban en régimen de esclavitud, según cifras oficiales. El ministro brasileño de Desarrollo Agrario, Miguel Rosseto, aprovechó el foro para pedir al Congreso de su país que apruebe una ley que permita confiscar haciendas donde se detecte trabajo forzoso. De acuerdo con la OIT, hay en todo el mundo 12.3 millones de personas sujetas a esclavitud contemporánea. Y HAY "PERSONAS" QUE CREEN QUE ESTA BIEN
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